Campaña marítima en Antofagasta: las "correrías del Huáscar"
El frente marítimo fue fundamental para el transporte de tropas e insumos de guerra chilenos. Antofagasta se convirtió así en el centro de operaciones navales y terrestres de Chile.
La guerra en el mar se inició más al norte. El 21 de mayo de 1879 se libró el Combate Naval de Iquique. En el conflicto, el monitor peruano Huáscar hundió a la corbeta chilena Esmeralda, y Perú perdió el buque Independencia, que encalló y se rindió en Punta Gruesa, bajo el fuego de la Covadonga.
Después de esta batalla, el Huáscar comenzó su travesía por las costas del norte para buscar naves chilenas y bloquear puertos. Siguió así a la Covadonga, pero ésta logró escapar, pese a los daños que sufrió en la batalla de Iquique.
La Covadonga atracó en Tocopilla para ser reparada. Frente a Mejillones, el trasporte Rimac la remolcó. Se unió a ellos el buque chileno Itata. Las naves llegaron a Antofagasta el 25 de mayo, seguidas de cerca por el Huáscar.
El monitor peruano entró a Antofagasta al día siguiente, y atacó la Compañía de Salitre y Ferrocarril, pues en ese establecimiento estaba la máquina destiladora que surtía de agua a la ciudad y a las tropas nacionales, pero los daños a la planta abastecedora de agua fueron menores.
Las fuerzas chilenas repelieron con fuego de artillería desde los tres fuertes instalados en la ciudad, mientras que el Rimac y el Itata zarparon y huyeron, pues se encontraban sin artillería.
El Huáscar fue detrás de ellos. La Covadonga intervino lanzando dos cañonazos que obligaron al monitor a detenerse y luego tomar rumbo al norte. Este enfrentamiento se conoce como Combate del 26 de mayo.
El Huáscar captura el Rímac
Después de ser reparado en el Callao, el Huáscar emprendió otra vez rumbo al sur a principios de julio.
El 16 de ese mes, la armada chilena bombardeó Iquique. En respuesta de ello, el Presidente de Perú Mariano Prado Ochoa ordenó que el Huáscar y la Unión bombardearan Antofagasta y los puertos situados al norte de Caldera.
No obstante, los barcos fueron vistos en Mejillones, por lo que el comandante peruano Miguel Grau, tuvo que cambiar de plan y dirigirse más al sur. En Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco se ocupó de destruir las embarcaciones menores que hacían el servicio de esos puertos.
El 20 de julio los transportes Rímac y el Paquete del Maule embarcaron con destino a Antofagasta, llevando al escuadrón Carabineros de Yungay, e insumos para el ejército del norte. En su desembarco, ambas embarcaciones debían ser auxiliadas por la fragata Cochrane, pero ésta no se presentó.
En la mañana del 23 el Rímac se acercó a las costas de Antofagasta, sin saber que los buques peruanos lo estaban acechando. Luego de una persecución de 4 horas, el transporte chileno se rindió, y fue llevado a Arica.
Este hecho provocó la indignación de la opinión pública y del gobierno chileno. Hubo cambio de gabinete, renunció el comandante general de Marina, y el intendente general del Ejército y Armada de Chile.
El segundo combate naval de Antofagasta
El 28 de agosto llegó nuevamente a Antofagasta el Huáscar, con la intensión de cortar el cable submarino que unía la comunicación entre esta ciudad y Valparaíso. Entre las naves neutrales que estaban en "el fondeadero de la Poza" se encontraban la corbeta de guerra chilena Abtao, "la Magallanes, el transporte Limarí y el Paquete de Maule" (Agullo, 1979: 82)
El comandante del Abtao abrió fuego contra el Huáscar. En el enfrentamiento el monitor peruano lanzó una granada sobre la corbeta chilena. A pesar del impacto, la nave se mantuvo en acción, hasta que un segundo proyectil lo dejó fuera de combate.
El ataque chileno también fue apoyado por tierra, desde el único cañón de 300 libras operativo. Una de sus proyectiles cayó sobre la cubierta del monitor, sin destruirlo y desapareció la posibilidad de derrotarlo. Después de la batalla el monitor volvió al norte. Ésta escaramuza bélica le costó la vida a "cuatro marineros y un ingeniero chileno" (Agullo: 1979:81).
8 de octubre: La batalla de Angamos
A la altura de Mejillones, las "correrías del Huáscar" llegaron a su fin, en el combate naval de Punta Angamos, realizado el 8 de octubre de 1879.
El Huáscar y la Unión llegaron a Antofagasta la noche del 7 de octubre, y continuaron al norte, pues no encontraron buques chilenos.
A las 07:30 de la mañana los buques peruanos divisaron a las naves chilenas: "los vijias peruanos gritaron que se veían al Norte, uno, dos, tres humos que se aproximaban en veloz carrera a la playa" (Bulnes, 1911:485). Se trataba del blindado Cochrane, la corbeta O'Higgins y el transporte Loa.
La Unión logró escapar, pero no el Huáscar. A las 09:40 comenzó el combate. Uno de los cañonazos disparados dio en la torre de artillería del Huáscar e hirió a 12 hombres; el segundo cortó las cadenas que dan dirección al timón; el 3º y 4º disparo dieron en la torre de mando y causaron la muerte al Almirante peruano Miguel Grau. Este disparo destrozó el telégrafo de la máquina y la rueda de gobierno del barco.
Cuando llegó al combate el barco chileno Blanco Encalada, el monitor no pudo resistir, "arrió su bandera en señal de rendición a las 10:55 horas" (Armada de Chile. Batalla naval de Angamos).
Con la captura del Huáscar culminó la campaña marítima de la Guerra del Pacífico, y Chile dominó todo el litoral.
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