Esculturas de Antofagasta y su Gente
Sus curtidas manos y rostro delatan los años moldeando el hierro forjado. Golpe a golpe esculpe el fierro en bruto transformándolo en esculturas. Además de su veta artística, también es restaurador; devolviendo su esplendor a la mayoría de los monumentos en metal que adornan Antofagasta.
La forja la heredó su abuelo y la técnica de fraguar de su padre. Enseñanzas, habilidades y talento traspasado de generación en generación que consolidan al escultor y artista Juan Bravo Burgos.
Un creador y amante de su trabajo, cuyo talento y virtuosismo le han permitido aventurarse más allá de Antofagasta para mostrar su obra a lo largo del país. Recientemente expuso en diferentes comunas de Santiago, respaldado por la Agrupación de Amigos del Patrimonio y subvencionado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura.
Son 20 esculturas moldeadas en fierro forjado a escala, donde se aprecia y releva el presente y pasado de la región a través de los oficios de la vida en la pampa salitrera.
Una exposición que redescubre nuestra raíces, promueve y difunde el patrimonio e identidad cultural, donde los usuarios que la visiten podrán conocer a través del arte la historia de los esforzados trabajadores que dieron vida y progreso a la región y el país.
Entre las esculturas destacan el Aguador. Antiguo oficio que consistía en abastecer a la población del vital elemento, obtenido de aguadas y plantas desaladoras, a través del acarreo con mulas de barriles y tinajas de agua.
También destacan en la muestra el Estibador, hombres que trabajaban cargando y descargando sobre sus espaldas sacos y jabas de mercadería en los muelles y el ferrocarril; mientras que el Lanchero, era el encargado de conducir en la bahía los faluchos y "Maulinas", enormes lanchones de carga típicos de la Poza o el Antiguo Puerto.