Dentro del área rescatada no se encontraron las grandes evidencias de la época salitrera (oficinas, cementerios, campamentos o basurales), sino más bien un verdadero enjambre de rutas carreteras, troperas, línea férrea y senderos simples que cruzaron la pampa conectando diversas oficinas salitreras del Cantón El Toco con el río Loa, Quillagua, los campamentos Unión/Candelaria y Santa Ana y el puerto de Tocopilla. La gran mayoría de los elementos muebles se encontraron asociados a estas rutas, y fueron extraviados o descartados por anónimos caminantes, arrieros y trabajadores, dando cuenta de sus actividades diarias durante las travesías y los bienes que transportaron.
Aunque ciertamente se trata de evidencias modestas y poco monumentales, son muy importantes pues dan cuenta de la vida de personas de carne y hueso de quienes escasamente nos hablan los documentos históricos. Valorar estas evidencias es valorar la vida y el esfuerzo de quienes, con su sudor y su sangre, hicieron posible el ciclo salitrero en la actual región de Antofagasta.
El resultado de este proyecto de energía fotovoltaica en el cantón El Toco, generó hallazgos que por ley deben resguardar los museos, el cual viene con su informe respectivo y los objetos encontrados, los cuales custodiará el Museo de Antofagasta, que además les pide que den una charla a la comunidad para la divulgación científica e histórica.