Ácido tartárico, bicarbonato de sodio y cloruro de calcio forman parte de los objetos pertenecientes al antiguo Hospital del Salvador. Fueron donados por el coleccionista Humberto Villar a mediados de 1990, y hoy forman parte de la colección Histórica del Museo Regional de Antofagasta.
Los progresos médicos dieron vida a este conjunto de medicamentos producidos en su mayoría sintéticamente a partir de principios activos de drogasvegetales. Algunos de ellos integran la lista de los más usados durante el siglo XX.
Los conocimientos sobre anestesia y asepsia generaron una renovación en el instrumental quirúrgico, que incluyó la incorporación de sondas y drenajes, y el uso de mascarillas bucales y de guantes para la prevención de enfermedades contagiosas e infecciosas.
En el depósito del Museo se encuentran las siguientes piezas:
- Sal de uva o frutas: nombre comercial con el que se conoció al ácido tartárico, el que sigue siendo usado para evitar molestias gástricas. Derivado de un componente natural presente especialmente en uvas, en la industria farmacéutica se utiliza como excipiente para la preparación de pastillas efervescentes.
- Gelacal o cloruro de sodio: inyección empleada para tratar los síntomas de cólico por inhalación de plomo, la depresión por sobredosis de sulfato de magnesio, o la curación de picaduras de insectos, como el de la araña de la viuda negra. También se ocupa para la reanimación cardiaca y para corregir las contracciones del miocardio.
- Enjuague bucal antiséptico: originalmente consistió en una solución de alcohol etílico que tenía como fin eliminar las infecciones. Con el tiempo, y de acuerdo a las exigencias sanitarias contemporáneas, se fabricó con aceites derivados del mentol y eucaliptus. El nombre Listerine debe su nombre al cirujano inglés Joseph Lister.