Construido originalmente por el Estado boliviano en 1872, el Hospital del Salvador fue remodelado en 1913 a causa del aumento en la población que acompañó las constantes migraciones al norte salitrero.
Incorporada la provincia a territorio chileno, las necesidades y demandas derivadas de la cuestión social, obligaron al gobierno de Germán Riesco a destinar fondos para construir en este recinto nuevos pabellones, los que se agregaron como alas al edificio antiguo.
A inicios del siglo XX, los conocimientos sobre infección, contagio y asepsia revolucionaron la organización y disposición arquitectónica en los centros de salud, y generaron profundas transformaciones en el ordenamiento de los enfermos y la disposición de las salas.
Debido a que la arquitectura de la época no permitía la construcción de más de dos o tres pisos, el antiguo establecimiento se extendió horizontalmente mediante pasillos centrales que conectaron sus distintos pabellones.
Los planos de la remodelación del Hospital del Salvador que se encuentran disponibles en el Museo de Antofagasta, dan cuenta de estos cambios:
- Salas se dispusieron en una hilera al costado del patio, se unieron por corredores y se bajaron sus ventanas para que entrara más luz.
- Pabellones para enfermedades contagiosas se aislaron del edificio central, mientras que los de operaciones se construyeron adyacentes a la sala de enfermos.
- Se construyeron nuevos espacios como servicios higiénicos, lavandería y habitaciones para el descanso del personal.
- Materiales como cal y ladrillo le dieron a la construcción mayor solidez y estabilidad frente a las inclemencias climáticas.