Charla peces del litoral rocoso del centro-norte de Chile de Andrés Smith Toledo, biólogo marino y buzo científico, realizada el jueves 8 de julio de 2021.
El ambiente de Antofagasta presenta rasgos típicos del desierto costero, esto es, con muy poca precipitación, alta humedad relativa del aire, frecuente nubosidad y temperaturas moderadas (17º C promedio anual), debido a la influencia de la corriente fría de Humboldt. Esta corriente marina permite que el mar que baña nuestra costa sea rico en nutrientes y pródigo en fauna pelágica y bentónica. Los seres que habitan los espacios cercanos a la superficie y el litoral se denominan "pelágicos", en tanto aquellos que se desarrollan más cerca de los fondos marinos se denominan "bentónicos", y su variedad está relacionada con su adaptación a condiciones de alta presión y baja luminosidad, y al tipo de alimentación disponible en la profundidad.
Nuestros peces litorales son nativos o endémicos de las costas de Chile han sido parte de las capturas de pescadores recreativos y comerciales por décadas. Pero así como la vida florece en estos ecosistemas costeros, la compleja red de relaciones que allí se genera, así como también la cada vez más frecuente intervención humana a gran escala, convierte a estas áreas en ambientes frágiles y vulnerables.
El ambiente de Antofagasta presenta rasgos típicos del desierto costero, esto es, con muy poca precipitación, alta humedad relativa del aire, frecuente nubosidad y temperaturas moderadas (17º C promedio anual), debido a la influencia de la corriente fría de Humboldt. Esta corriente marina permite que el mar que baña nuestra costa sea rico en nutrientes y pródigo en fauna pelágica y bentónica. Los seres que habitan los espacios cercanos a la superficie y el litoral se denominan "pelágicos", en tanto aquellos que se desarrollan más cerca de los fondos marinos se denominan "bentónicos", y su variedad está relacionada con su adaptación a condiciones de alta presión y baja luminosidad, y al tipo de alimentación disponible en la profundidad.
Nuestros peces litorales son nativos o endémicos de las costas de Chile han sido parte de las capturas de pescadores recreativos y comerciales por décadas. Pero así como la vida florece en estos ecosistemas costeros, la compleja red de relaciones que allí se genera, así como también la cada vez más frecuente intervención humana a gran escala, convierte a estas áreas en ambientes frágiles y vulnerables.