31 años del aluvión de Antofagasta de 1991
Reducir la vulnerabilidad a inundaciones, flujos de lodo y deslizamientos de tierra relacionados con el clima mediante la incorporación de un enfoque basado en el riesgo para la adaptación, construyendo acciones colaborativas y creación de redes, y el desarrollo de una cultura de adaptación es el objetivo del Proyecto AdaptaClima de la vulnerabilidad climática y el riesgo de inundación en áreas urbanas y semiurbanas costera en ciudades de América Latina, de Medioambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas en Chile.
En virtud de esta iniciativa, hoy se realizó la ruta de la memoria en conmemoración del aluvión ocurrido en 1991 en Antofagasta, la cual culminó en el Museo Regional, donde el director René Huerta comenzó narrando su experiencia personal con el trágico alud, para luego mostrar algunas imágenes y dar cuenta de la geomorfología de Antofagasta y la importancia de la prevención de las catástrofes, a los estudiantes de tercero medio del Liceo B 13, quienes venían acompañados por Anahí Encina, Coordinadora Relacionamiento Comunitario del Proyecto AdaptaClima.
Al respecto, el director del Museo de Antofagasta, René Huerta, señaló que es importante “reconocer la historia de nuestro paisaje cultural y la configuración territorial que tenemos como ciudad. No podemos hacer la vista gorda considerando que los datos estadísticos nos dicen que cada 50 años hay una precipitación que puede producir aluviones, no puede pasar por alto. Construir la memoria tiene que ver también con el patrimonio, porque efectivamente lo que hacemos es educar y difundir información de estos eventos para que precisamente no vuelvan a ocurrir; y sobre todo porque las amenazas naturales deben ser abordada por la sociedad y todos sus actores desde la gestión y saber cómo enfrentarlo. No solo es importante por el tema de recordar un suceso tan terrible, sino que ver que la nuevas generaciones han participado, han tenido mucha atención respecto de lo que hemos presentado en esta ruta, y creemos que eso contribuye a tener conciencia que Antofagasta es una ciudad vulnerable ante estos eventos de la naturaleza”.